Empezamos con el barómetro de opiniones. Fabian lee una frase y según estemos de acuerdo o no, o en duda, nos movemos por la sala. Si alguien nos convence podemos cambiarnos de lugar.
Nos separamos por grupos, donde todos los chicos estaban juntos, y dos grupos solo de chicas.
Las chicas trabajaban sobre lo que se han perdido por no ser chicos; los chicos de lo que se han librado por ser chicos y luego viceversa, de qué se han librado las chicas por no ser chicos, y qué se han perdido los chicos por no ser chicas. Todo ello para ver las diferencias de género y cómo los romper estereotipos sociales para precisamente, poder ser mas libres y autónom@s sin necesidad de reproducir modelos separados según la socialización de genero por sexos.
Y os acordáis del yo-yo y el tu-tu, son los modelos relacionales de cómo se ha construido la identidad femenina y masculina. La femenina en el cuidado de las demás personas (tu-tu), la masculina en la individualidad y lograr los objetivos personales (yo-yo)
Lo ideal romper con estos estereotipos e integrar una identidad relacional y a la vez individual, donde por el hecho de buscar tus objetivos y tu autonomía no descuides las responsabilidades en los afectos, los cuidados de las demás personas, que incluye, tu responsabilidad en los quehaceres que tradicionalmente se han dicho que eran de mujeres del cuidado de las personas, de los hij@s, la responsabilidades del hogar...). Se trata de favorecer las actitudes tanto del dar como del recibir.
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